José Maria Cruz Novillo

Miembro del Comité Asesor de  la Empresa Pública

DON QUIJOTE DE LA MANCHA 2005, S.A.

jcn.jpg (6126 bytes)

COMENTARIO SOBRE CRUZ NOVILLO:
A cargo del crítico de Arte José Marín-Medina.

José María Cruz Novillo recuerda bien los años de su infancia y primera juventud en su Cuenca natal, cuando empezó a pintar paisajes a la acuarela y al óleo como autodidacta voluntario, "con otros chicos de pueblo -dice-, como pintor auténticamente dominguero y provinciano". No obstante, realizó algunos aprendizajes, asistiendo por las noches y en calidad de libre-oyente a la Escuela de Artes y Oficios, y con el escultor Fausto Culebras, que le enseñó dibujo, y con el imaginero José Navarro Gavaldón que, en Motilla del Palancar, lo inició en el arte del espacio de tres dimensiones. Cuando en 1958 se trasladó a Madrid, y triunfó prácticamente de inmediato trabajando en el diseño gráfico, se encontró con que la abstracción informalista estaba a la baja, al tiempo que las tendencias pictóricas se habían establecido sobre las opciones de una alternativa: o volver a tomar el cuadro como punto de partida para plasmar sobre su superficie una "representación" del mundo, o aceptar literalmente el cuadro como un "objeto" o plano material a sensibilizar mediante la línea, las formas elementales de la geometría y la combinatoria del color. El primer camino llevaba a entender el cuadro como "ventana" o "espejo" a cuyo través imaginamos ver reproducidas las imágenes y figuras exteriores del mundo. La segunda opción conducía a considerar la pintura como arte libre de toda representación naturalista, un arte que -como decía Max Bill- utiliza exclusivamente los elementos fundamentales de la pintura: el color y la formade la superficie, constituyéndose en creación pura". Era el arte concreto, heredero directo del constructivismo. Cruz Novillo lo tuvo claro desde el principio: él era un extraordinario dibujante gráfico fascinado por las relaciones entre las matemáticas y el arte; estaba empeñado en experimentar continuamente con las formas geométricas y con las relaciones de color, utilizando sólo los tres colores primarios (rojo, amarillo y azul), pero combinados en complejos cada vez mayores sobre una distribución matemáticamente precisa y dentro de unas relaciones exactas predeterminadas intelectualmente. Era, por instinto y por sensibilidad de la mirada, un artista sistemático, un pintor "concreto", un escultor constructivo, buscando la síntesis entre la máxima complejidad conceptual y la proposición visual más simple. Así es que desde 1968 estableció su obra en una doble militancia: el diseño y la investigación plástica. Como diseñador (que enlaza con la escuela de la Bauhaus en el criterio de unificar las artes aplicadas y las bellas artes) está interesado por los problemas y soluciones de la manipulación de la imagen, adoptando perspectivas macroscópicas, y disponiendo de medios abundantes, sin verse afectado por demasiadas limitaciones. Como investigador plástico, decide trabajar en gran apertura, aceptando no vivir "del" arte, sino "para" el arte, y ha establecido su proceso en una línea tan experimental como racionalista. Su estilo es de gran pureza estética y de extraordinaria elegancia. La geometría, la combinatoria y la aceptación de la propia obra y de su proceso como tareas abiertas siempre a ser revisadas, insistiendo en las mismas obsesiones para lograr mejores criterios (o criterios más diversos), ésas son las pautas de su comportamiento.
Cruz Novillo se entiende a sí mismo como un artista "borgiano", que depende de sus propios códigos, de sus propios instrumentos y de sus propias razones; códigos, instrumentos y razones que quiere y debe inventar él mismo y únicamente para sí mismo.