Así, por ejemplo, la descripción "sus cabellos son de oro", constituye una clara connotación renacentista, pues en todo el Renacimiento se encontraban de moda las mujeres rubias, siendo prueba de ello los lienzos de Giotto, Rafael y Boticelli. En la Mancha, sin embarg1o, predomina la hembra morena o de tez tostada, de cabellos negros o castaños. Es evidente que Don Quijote, inconscientemente, quiso idealizar la manchega belleza de Aldonza, aproximándola al arquetipo de belleza renacentista. Por último, para comprender el amor de Don Quijote, hay que tener en . cuenta el amor cantado por los juglares y trovadores en las postrimerías de la Edad Media, en el que se confunde el amor humano con el culto a la Virgen. Esa Virgen que en Alarcos fue patrona del campo de batalla; la que es patrona del Campo de la Virgen de las Nieves, y Señora del Santuario de Campo de Criptana (desde donde pudo presenciar el ataque de Don Quijote contra los molinos de viento); esa Virgen que en la Mancha asume mil advocaciones, como son la de Virgen de los Llanos, la de las Virtudes, la del Prado, la del Santuario de Rus, la de la Antigua,... Para acercarnos más a la Mancha, y a aquel inconmensurable personaje que era "Cid en las armas y Cicerón en la elocuencia", preciso es que los ubiquemos en el contexto del llamado Siglo de Oro de las letras españolas, es decir, en el período de la historia de España comprendido entre 1516.y 1700, o, lo que es lo mismo, desde la llegada al trono de Carlos I, hasta poco después de la muerte de Calderón. Era un momento histórico que difícilmente volverá a repetirse. El Greco se encontraba ya establecido en Toledo, Ribera trabajaba en el Reino español de Nápoles; Velázquez y Zurbarán se hallaban en el apogeo de su actividad en la Península; Juan de Herrera ya había concluido El Escorial, y Berruguete, Montañés y Alonso Cano, habían ornado todo el país con sus esculturas religiosas, pasos y retablos. Florecían todas las bellas artes y la música religiosa alcanzaba su momento cimero con Guerrero, Victoria y Morales. La guitarra había sustituido a la viola, convirtiéndose en el instrumento nacional español. Surgían los nuevos valores en la pintura: Murillo, Claudio Coello, Valdés Leal. El manchego |